Martes 16 de abril de 2024
→ Ver pronóstico

  • 16°C
  • H: 100%
  • P: 1006
  • V: Nor Noroeste

El crimen de Gualeguaychú desnuda una compleja problemática de amores enfermizos, y el Licenciado Esteban Gomez nos ayuda a comprender estos fenómenos.

Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos tenemos un entendimiento difícil de lo que denominamos “amor”. La literatura, la música, las artes plásticas y el teatro, intentan dar cuenta de este fenómeno una y otra vez, incluso la filosofía y el psicoanálisis se ocuparon de ello, y en estos últimos años, hasta las neurociencias tienen algo que decir. Pero podemos convenir que todos estos intentos resultan incompletos o parciales.
Creo que el inicio de estos dilemas hay que buscarlos, tal como nos enseñó Freud, en cierta concepción judeo-cristiana del amor divino, adornada con algunos condimentos románticos medievales. La idea del amor humano hecho a semejanza del amor divino, dio origen a la exigencia social en cuanto a que el verdadero amor debe ser incondicional, perfecto, eterno e inmutable. Nociones que bien puede caberle a dios, pero que son de cumplimiento imposible para los mortales.
Muchas de las consultas realizadas a profesionales de la salud mental y del derecho, terminan mostrando situaciones de violencia de género que encierran todos estos elementos.
Cuando un hombre o una mujer cree que el ser amado debe ser incondicional, es decir sin condiciones a sus necesidades o deseos, se pone el primer eslabón de una gran cadena que concluye si o si en la objetivación del otro, sea una pareja, un hijo o un amigo.
Si el otro termina siendo mi objeto, entonces me pertenece y si me pertenece es de mi propiedad. Todo aquello que amenace esta idea de propiedad privada e incondicional se torna amenazante. Desde aquí están dadas todas las condiciones para manifestar, desde pequeños síntomas obsesivos de control sobre el otro, o de celos, pasando por el control económico o el seguimiento en redes sociales, hasta llegar al crimen pasional.
El amor enfermizo es posesivo y se puede tornar muy violento cuando el objeto amado intenta algún gesto de libertad o independencia. El amor enfermizo exige al otro una entrega full-time, exclusividad en el hacer y el sentir, y por sobre todo, obediencia. Innumerables relatos clínicos dan cuenta de parejas maltratadoras que exigían esta obediencia como prueba de amor y fidelidad.
Hemos escuchado o leído crónicas policiales en donde alguien dice “ si no sos mía, no serás de nadie…” y desata la tragedia. Sucede que al poseedor le resulta peligrosísima la idea de pérdida del objeto amado y poseído, ya que puede traer aparejadas fantasías de destrucción y pérdida de identidad, o de sentido de pertenencia y de existencia.
Otra variable a tener en cuenta es la impronta social. Estamos en un tiempo histórico-cultural en donde el Ser se vivifica en el tener, y donde se nos empuja a mostrar aquello que tenemos. Pensemos, por ejemplo, en el universo de fotografías que circulan en las redes sociales, especialmente de púberes y adolescentes. Muchos muestran al otro como objeto conseguido o deseado, o se muestran a sí mismos como un cuerpo vacío de significación y de sentido.
Estos condicionamientos sociales agravan aún más las formas de objetivación y maltrato sobre otro o sobre sí mismos, ya que amplifican y hasta justifican ciertas actitudes o conductas psicopatológicas.
Por último, es útil aclarar que el verdadero amor es condicional, es decir, “yo te amo y te respeto a condición de que me ames y respetes como ser humano”. Por esta razón el Amor se manifiesta en una relación horizontal y democrática en donde nadie intenta someter al otro. El amor verdadero libera al otro de cualquier mandato social o familiar, acepta al otro nutriéndose en la diversidad de opiniones, sentires y deseos.
Recuerden siempre: En una pareja no hay jefas ni patrones porque es una maravillosa construcción de a dos.
Lic. Esteban Gomez
Psicoanalista-UBA
M.N 25.591 M.P 25.668

Publicado el jueves 1 de febrero de 2018

Lujan en linea se reserva el derecho de anular los comentarios que incluyan contenido ofensivo, inapropiado o sin la verdadera identidad del usuario. Este sitio no es reponsable de los contenidos vertidos en el espacio de comentarios. Este espacio está ideado para comentar sobre el tema de cada nota. Comentarios sobre otras temáticas podrán ser eliminados.