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(Por Néstor Fabián Migueliz)

Merece reconocimiento y honor el legado de Juan Bautista Alberdi, precisamente cuando ocurren 200 años de su nacimiento, acaecido en su Tucumán, el 29 de agosto de 1810.

No nos deja campeonatos mundiales ganados, ni famosas películas; … tampoco grandes y reproducidos hits… No nos deja importantes marcas ni empresas hiperprósperas ni célebres campañas publicitarias; … No nos deja -ya insertos en el proceso histórico argentino- heroicas gestas militares ni grandilocuentes discursos ó actos masivos; … no nos deja regalos ni prebendas, ni beneficios fáciles de adquirir; no nos deja “clientelismo partidario” ni otras tergiversaciones o vicios de la noble política…. Nos lega mucho más -y esencialmente más omnicomprensivo, superador y útil- que todo eso.

Por qué merece Alberdi nuestro homenaje ? Cuál es su legado sustancial ?

Su oportuno, sólido e indiscutido aporte al proceso constituyente, puntualmente concretado entre 1850-60, no tiene parangón por la indudable y visible proyección futura. El congreso general, convocado después de Caseros, hizo su legendario e histórico trabajo (1852-53), bajo la intelectual paternidad del tucumano (ausente, exiliado en Chile), quien había enviado sus imprescindibles “Bases” al propio Urquiza y a los constituyentes (especialmente, a las mejores “espadas” del constitucionalismo argentino como Juan María Gutiérrez y José Benjamín Gorostiaga, quienes escriben la letra sustanciosa y fina del texto fundamental). Su mejor trabajo es el “anteproyecto de Constitución”, suficientemente fundado por esas precedentes “bases y puntos de partida”. Propone allí que las instituciones se adecúen “a las necesidades y a los antecedentes históricos” del país en que se quieren instaurar, sosteniendo como principales metas “poblar con inmigrantes y desarrollar económica y culturalmente” a la Argentina.

Se nos ha preguntado: “quién fue el supremo legislador, Alberdi o Urquiza ?”. Y nos contesta un estudioso: “el legislador sigue siendo Alberdi y Urquiza el hombre excepcional, el brazo que ejecuta el pensamiento” (Dardo Pérez Guilhou. “El pensamiento conservador de Alberdi y la Constitución de 1853”, 1984).

Cuál es el saldo del congreso ?

Una “constitución pétrea y vigente” que contiene: república federal, declaraciones, principios, derechos y garantías (autonomía individual, igualdad, debido proceso, amparo, hábeas corpus, libertades de opinión, de trabajo e industria, de cultos, propiedad, derechos sociales, derechos políticos, etc.), armonización de intereses de la Nación y de las provincias, presidencialismo (hasta que el progreso social y político concluya con el caudillismo), órgano legislativo bicameral (con amplia competencia, especialmente, en fomento de la inmigración, educación, nuevo progreso, prosperidad, etc.), poder judicial y demás controles (ministerio público, defensor del pueblo, auditoría general, etc.), autonomía provincial y municipal, etc.

En una de sus últimas exposiciones públicas, expresó:

“la libertad individual,

que es la capital libertad del hombre,

es la obrera principal e inmediata de todos sus progresos,

de todas sus mejoras, de todas las conquistas de la civilización

en todas y cada una de las naciones.
Pero la rival más terrible de esa hada de los pueblos civilizados es la
Patria omnipotente y omnímoda, que vive personificada fatalmente en
Gobiernos omnímodos y omnipotentes, que no la quieren porque es límite
sagrado de su omnipotencia misma.
Conviene, sin embargo, no olvidar que así como la libertad individual es la nodriza de la patria, así la libertad de la Patria es el paladium de las libertades del hombre, que es miembro esencial de esa Patria. Pero ¿cuál puede ser la Patria más interesada en conservar nuestros personales
derechos, sino aquella de que nuestra persona es parte y unidad elemental ?
Por decirlo todo en una palabra final, la libertad de la Patria es una faz
de la libertad del hombre civilizado, fundamento y término de todo el
edificio social de la humana raza”.

(Discurso pronunciado en el acto de graduación

de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales,

de la Universidad de Buenos Aires, el 24 de mayo de 1880.
En ese acto fue nombrado Miembro Honorario de esa casa académica).

Honra y loor a JUAN BAUTISTA ALBERDI.
Agosto 29 de 2010

Publicado el domingo 29 de agosto de 2010

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