
Educación, medios de comunicación y manipulación
Opinión: Rubén Silva, Periodista, Operador en Psicología Social
Lo primero que debemos reconocer, es el retraso de la educación respecto de los medios y la tecnología digital virtual. En tiempos de cuarentena esto está quedando en evidencia.
Niñes y jóvenes suelen «superar» a sus mayores, padres y docentes, en lo que concierne a esta tecnología. Así la escuela, como centro educativo privilegiado, se les manifiesta como un lugar de encierro, control social y aburrimiento casi inevitable.
Información y conocimientos
En el mundo actual, surge una evidente paradoja. Cualquier ser humano hoy, puede tener en su mano el conocimiento y la información del mundo al instante pero apenas lo usa para mandar whatsapp o intercambiar sobre algún tema del día, salvo excepciones muy excepcionales. Por otro lado, surge también la creencia extendida de muchas personas que acceden casi todo el tiempo a lo digital, de que todo, o casi todo lo publicado en internet es verdadero, serio, probado y no opiniones opinables y fake news (noticias falsas) con buena dosis de manipulación interesada.
Porque lo primero que NO aparece para el “lector medio” hoy es que los medios, valga la redundancia, actúan, distribuyen noticias e informan en principio con la lógica del mercado. Lo que vende, sirve. Lo que no, no.
Claro que ésta es una lógica clave para que un medio subsista honradamente gracias a la venta de publicidad. La pregunta es cuánto de su contenido, en forma de ideas, noticias y opiniones, se atiene a mínimas normas éticas vinculadas con el tema de la verdad y con cierta ecuanimidad.
Sabemos que la objetividad como centro impoluto de la actividad en todos los campos de las ciencias sociales, no existe de tal modo, aunque la misma es sostenida por quienes subjetivamente defienden/defendemos una postura ideológica y hasta estética determinada. Siempre informamos u opinamos desde un determinado lugar, inevitablemente.
Pandemias visibles y pandemias invisibilizadas
Vale la pena recordar también que todo medio, amén de sus intereses particulares puede representar y representa, en más o en menos, intereses de grupos económicos, sociales, políticos, partidarios y religiosos determinados. Lo cual muestra, en su mayor dimensión, la lejana posibilidad “de todo medio” de ser «realmente objetivo».
La cuarentena también muestra la tensión entre los medios de comunicación. Aquellos que inciden sobre la inédita situación económica en detrimento de otros que priorizan lo humano y la salud pública, tal vez olvidando que la primera no existe sin la segunda.
Hoy, se muestran pandemias que no parecen ser tales, junto con otras que, naturalizadas e invisibilizadas, como el hambre, la desocupación, la exclusión y un modo de vida adictivo son probadamente más letales.
Entonces, ¿qué lugar le queda a la educación respecto de los medios, el periodismo y la manipulación?
Al sistema educativo le queda desarrollar en los alumnos, futuros ciudadanos, desde el lugar de una Nación y un Estado, una mirada crítica, más totalizadora y no totalitaria, subjetiva y plural de lo que los medios y las redes sociales, reparten, sin poco o nada del criterio de verdad antedicho.
Planificar la educación más allá de las urgencias
Para ello la educación podría y debería desarrollar de manera minuciosa y «lenta» los conocimientos y herramientas necesarias. No poner «piloto automático» a la velocidad que imponen las plataformas con un sentido común que achata la creatividad. O a la velocidad de las urgencias en esta cuarentena mundial.
También tenemos por delante la tarea de desarrollar el cuestionamiento y el desafío de construir una sociedad mejor, más humana, comprensiva y menos pre-juiciosa.
La educación que se viene, debe necesariamente conducirnos a una sociedad cada vez más comunitaria, más participativa, más crítica, más tolerante con les diferentes, más pacífica y más democrática y no sometida fácilmente al temor paranoico impuesto por intereses no tan difíciles de identificar.
Nota: Las opiniones de este articulo son exclusiva responsabilidad del autor
Publicado el sábado 18 de abril de 2020