Pensar en los clubes de fútbol como política de estado

En momentos donde el prestigio y los resultados del seleccionado nacional de fútbol están en caída libre y las instituciones ligadas a ese deporte pierden credibilidad, la apuesta a la jerarquización y excelencia es una necesidad. Es en éste contexto en donde el Club Luján continúa con un trabajo de base, es decir aquella siembra silenciosa de la cual ya hemos hablado en anteriores columnas.

El Deporte es una gran palanca de desarrollo individual, grupal y social como para no tenerla en cuenta. En él se trabajan valores humanos, como la solidaridad, la superación frente a la adversidad, el trabajo en equipo y la disciplina. Lamentablemente valores que, en nuestra sociedad post-moderna están retrocediendo.

El club está apostando a la Profesionalización y al trabajo Inter-disciplinario e Inter-institucional, como forma de fortalecer nuestra práctica cotidiana con nuevas miradas y saberes. Para eso se relanzó el Convenio Marco con la Universidad de Luján (firmado en 2014), el cual dio comienzo en el mes de junio de este año, con un grupo de estudiantes, bajo la supervisión docente a cargo de los Licenciados Andrea Barcos y Lucas Martínez, que realizarán sus prácticas profesionales sumando puntos de vista y conocimientos específicos de la carrera Licenciatura en Trabajo Social.

Por otro lado también comenzó la articulación con el Centro de Promoción de Derechos (C.P.D.) dependiente de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Nación, bajo la coordinación de la Lic. Ana Peretto y su equipo de trabajo. Estos profesionales propondrán diferentes talleres ligados a la palabra y la cultura para todos los niños, niñas y adolescentes de nuestro club, que tendrán como objetivo concreto, el armado de una revista deportiva de la institución. Hermoso sueño para que la Palabra circule al igual que la pelota.

Así, el Club va asumiendo sin tapujos ni excusas su Responsabilidad Social como Institución deportiva y cultural de nuestra ciudad.

El Deporte en su formato Lúdico-social o de Alta Competencia, exige nuevas formas y herramientas para acompañar a nuestros hijos e hijas en este complejo mundo adulto que les heredamos. El deporte enfocado en los resultados o en los negocios que lo rodean, es solo “pan para hoy y hambre para mañana”, perdiendo su capacidad transformadora de individuos y grupos. Día a día nos vamos comprometiendo más con la formación integral de la persona, enfocándonos no solo en la siembra de futuros deportistas de alto rendimiento, sino en la siembra de ciudadanos capaces de incluirse y transformar su tiempo histórico y social. Esta mirada debería multiplicarse en cada club de nuestra Nación y transformarse de una vez por todas, en una Política de Estado.

Los mejores resultados deportivos, culturales o políticos se dan en contextos en donde las Instituciones y quienes las integran están a la altura de las circunstancias, es decir trabajan con Ética, Honestidad y Profesionalismo.

Lic. Esteban Gomez Psicoanalista UBA

MN 25591 MP 25668

Equipo de Adultos Formadores de Inferiores, Club Luján

 

 

Publicado el sábado 7 de julio de 2018