
Educación en Valores
Sociedad
En su habitual columna el Lic. Esteban Gomez, Psicoanalista UBA (MN 25.591 MP 25.668), comparte su mirada en esta ocasión como miembro del equipo de Adultos Formadores del Club Lujan
¿Cuál es la mejor actitud que deberíamos tener frente a tanta realidad, frente a tanto desencuentro y frente a tanta frustración? El Abatimiento cotidiano toma las riendas de nuestras almas y nos hace arrastrar los pies, mirando con desconfianza al otro, haciendo que el verbo “creer” esté agonizando. Pero si la caja de Pandora está abierta, aún nuestra Esperanza se enfrenta a sus dos principales demonios: el Cansancio y la Duda de si todavía vale la pena…
Creer es Crear
Propongo mirar otras realidades, otras formas en que sale el sol, mirar y crear nuevas huertas y así nutrirnos con un compost mucho más esperanzador.
Una pequeña escuela, una biblioteca perdida en alguna calle de tierra o un simple club de barrio son las huertas necesarias donde sembrar futuro. Nadie nos obliga a sembrar, pero nada ni nadie nos lo impide. Somos nosotros quienes decidimos qué mirar y qué hacer.
En el Club Luján creemos, desde hace 8 años, que la única esperanza para restañar un tejido social mal herido es apoyarnos en una tríada de instituciones: Familia-Escuela-Club.
A nuestro humilde entender son las últimas trincheras de resistencia, frente a un sistema social que cada día propone acelerar frente al precipicio: Consumismo, Egoísmo, Corrupción, Depredación del Medioambiente, Violencia, Instantaneidad e Imagen.
Sabemos que cada una de esas instituciones también está pasando por dificultades, pero aun así, son lugares donde los seres humanos habitamos, nos criamos y nos educamos. Y aún siguen en pié.
Soñar lo imposible
Y una tarde de verano se armó un trío inicial de soñadores compuesto por Manuel Lorenzo, Hernán Lacerenze y Maxi López. Con el correr del almanaque se le fueron sumando voluntades, brazos y cabezas como las del infatigable y tenaz Dr. Jorge Peretto.
Hoy somos casi 20 Adultos Formadores que sabemos de la importancia de un club para la formación integral de chicos y chicas de todas las edades.
¿Por qué Familia, Escuela y Club? En una escuela, en casa o en el club circulan la palabra, las miradas y los aprendizajes. Allí formamos grupos y equipos de pares, aprendemos tareas y roles nuevos, competimos y colaboramos también. Pero por sobre todo, aprendemos valores.
En 8 primaveras florecieron canchas, instalaciones, elementos, capital humano, nuevas técnicas de entrenamiento, convenios con otras instituciones y más profesionalización de la tarea cotidiana. Pero desde el primer día la mirada estuvo puesta en los valores humanos…
Valores que no pasan de moda
Muchas veces nos dimos cuenta que en el Club, en “la diaria”, suceden cosas que no siempre se manifiestan en la Escuela o en las propias Familias de los pibes. Sintéticamente mencionaré algunos valores que se respiran en el predio:
Mirada:
Los profes día a día están observando el juego, el entrenamiento, el gesto deportivo y la vinculación grupal. Eso nos permite tener una dimensión clara y en tiempo real de cada uno de nuestros deportistas. A veces un gesto, una expresión del rostro permite saber del estado de ánimo y allí nace la pregunta del “¿Cómo estás?” y eso da paso al próximo valor…
Palabra:
Nuestros pibes y pibas habitan diariamente un espacio-tiempo regido y controlado por la imagen, el meme o el “like”. La palabra está perdiendo peso y el lenguaje se está aletargando y empobreciendo. Y ese recorte en el lenguaje oral y escrito implica e implicará (si no lo corregimos), un empobrecimiento cognitivo y vincular. Los adultos formadores hablan y explican todo el tiempo. Solicitan, enseñan y piden una figura de pase o un ejercicio con palabras. Y la palabra tiene una hermana…
Escucha:
Muchos pibes nos cuentan que “en casa casi no se habla” y por ende no se los escucha. Quieren estar mucho tiempo en el club porque se sienten escuchados, mirados y tenidos en cuenta aunque más no sea para explicar un ejercicio físico o táctico. La posibilidad de ser escuchado y que “tu palabra valga”, fortalece toda construcción de auto-estima.
Disciplina:
Este valor es muy importante porque facilita la adquisición de nuevos hábitos, sean estos deportivos, cognitivos o sociales. La disciplina nos otorga un lugar en un plantel pero también en el aula y en el complejo mundo del trabajo. La disciplina es muchas veces más importante que las habilidades naturales y sabemos que casi siempre llegan lejos aquellos jóvenes con una gran dosis de disciplina.
Respeto:
Cada día tratamos de llegar a horario, incluso antes del inicio de práctica, nos saludamos mirándonos a los ojos y con un fuerte apretón de manos o un beso. Escuchamos en silencio la apertura en cada práctica. Tratamos de no agredir verbalmente, no discriminar al diferente, ni de hacer bullying. Al finalizar, todos colaboran para guardar los elementos de práctica o la ropa en cada fin de competencia. Intentamos que en competencia no haya violencia ni falta de respeto con el rival ni con el C.T. del equipo al que enfrentamos.
El adulto formador es el primero en respetar las normas. Cada uno de los profes, no importa la edad que se tenga, se siente “ejemplo” de cientos de pibes y pibas que los miran 6 días por semana!
Superación:
En el Club practicamos deportes de equipos como Fútbol, Hockey y Vóley, pero incluso el Patín tiene su modalidad de equipo. Por ende, la superación primero es personal para luego ser conjugada en lo colectivo. En una sociedad en donde la Superación y el Esfuerzo vienen marchitándose y tienen mala prensa, el deporte en cualquiera de sus formas es un maravilloso antídoto. Cada día tratamos de ser un poquito mejores, ser más solidarios con el compañero, aumentar nuestras capacidades físicas y técnicas, manejar más y mejor nuestras emociones y respetar al entrenador y sus directivas, aunque a veces no estemos de acuerdo. Los pibes aprenden que el D.T. ve cosas que en el campo de juego no se ven, tiene una imagen completa del juego y es el que lleva la hermosa responsabilidad de armar estrategias. La superación y el esfuerzo personal mejoran al grupo y potencian a su vez a cada integrante, haciendo que juntos todo sea más fácil, divertido y efectivo.
Podríamos seguir un rato más pero hasta aquí presentamos los valores más importantes que humildemente intentamos transmitir semana a semana, mes a mes y año a año.
El futuro ya está golpeando la puerta, con grandes cambios en el mundo laboral y económico, de la mano de la robótica, la inteligencia artificial y la 4º revolución tecnológica-digital.
Debemos ser capaces de educar más y mejor a nuestros hijos e hijas para que no pierdan el tren y queden presa de la marginalidad o trabajos mal pagos y explotados.
En nuestro Club sabemos que formamos ciudadanos y ciudadanas, no solo deportistas.
Por ultimo creo que si entre las Familias, las Escuelas y los Clubes somos capaces de retomar la Educación en Valores Humanos y Sociales con Alegría y Esperanza, no hay grieta, ni economía, ni tristeza que puedan con nosotros.
Nota: Las opiniones de este artículo son responsabilidad del autor
Publicado el sábado 24 de diciembre de 2022