Una persecución se registró en la tarde de ayer jueves por el Acceso Oeste y la Ruta 6 hasta que el vehículo en fuga cayó de un puente desde unos cinco metros de altura.
Increíblemente los delincuentes resultaron ilesos y salieron corriendo del vehículo, hasta que personal policial logró interceptar a dos de ellos.
Cerca de las 17, la Policía Vial había intentado detener a un vehículo sospechoso en el peaje de Luján, pero escapó y se ordenó un operativo cerrojo que culminó en cercanías de un Hotel Resort de Open Door. Los malvivientes tienen un frondoso prontuario.

VIDRIOS POLARIZADOS

Cuándo el Peugeot 406 cruzó el peaje en dirección a Luján, la policía Vial detectó que el vehículo tenía todos sus vidrios polarizados, incluso el parabrisas. Al resultar sospechoso, ordenaron su detención, pero huyeron a gran velocidad por Acceso Oeste en dirección a Luján. Al llegar a la ruta 6, giraron a la derecha en dirección a Open Door, seguidos de cerca por la patrulla y envueltos en un feroz tiroteo a gran velocidad.

Al llegar a un puente cercano al Hotel Resort de la ruta 6, habrían intentado cruzar de mano, pero una mala maniobra los hizo desbarrancar y caer al vacío en el espacio que existe entre los puentes. La ruta tiene dos manos, y cada mano tiene un puente. En el medio de cada puente hay una pequeña separación y por ahí cayó el vehículo, que quedó volcado con sus cuatro ruedas en dirección al cielo. Solamente un milagro hacía suponer que los ocupantes iban a salir con vida.

A LA CARRERA POR EL CAMPO

Gran sorpresa se llevó el personal policial que mientras se acercaba, observó como las personas salían del vehículo ilesas e iniciaban la fuga por los campos cercanos a la ruta. Dos de ellos pudieron ser atrapados mientras seguían defendiéndose con disparos. El tercer ocupante logró escapar y era buscado intensamente por esa zona rural.
En el interior del vehículo se encontraron capuchas, una pistola “Taurus” y un revolver “Dorbeman”.

CON ANTECEDENTES

Según se pudo constatar, los dos detenidos tienen alrededor de 30 años y pesan sobre ellos antecedentes y sospechas. Los investigadores creen que son miembros de una peligrosa banda de piratas del asfalto responsable de al menos dos golpes en San Andrés de Giles. Uno de los detenidos había sido condenado tiempo atrás por homicidio y comercialización de drogas. El otro estaba acusado de una serie de robos agravados.
En la causa interviene la UFI 13 a cargo del Dr. Reggi, y se trabaja sobre los cargos de resistencia a la autoridad, abuso de arma de fuego agravado por uso contra personal policial, tenencia ilegal de armas y encubrimiento.

Publicado el jueves 6 de noviembre de 2008